Ciberacoso: Tres conversaciones que debemos tener con niños, niñas y adolescentes
Actualmente, los niños, niñas y adolescentes se conectan de distintas formas por internet, a través de las redes sociales, las aplicaciones de juegos y la mensajería. Y aunque es positivo interactuar con la familia y los amigos, también existen desventajas, especialmente con los peligros del ciberacoso.
De acuerdo con las Naciones Unidas, el ciberacoso se refiere a la publicación o envío de mensajes electrónicos, incluyendo fotos o videos, con el intento de acosar, amenazar o exponer a otra persona.
Si te preocupa cómo proteger a tus hijos/as de potenciales peligros en línea, no estás solo/a. La encuesta más amplia de padres, madres y cuidadores, realizada por Triple P en Australia, reveló que un 82% siente la misma preocupación.
¿No es la solución dejar de usar internet para evitar el ciberacoso?
La realidad es que la tecnología vino para quedarse. Los niños, niñas y adolescentes eventualmente tendrán que estar en línea en algún momento y no es posible cuidarlos todo el tiempo.
Pero sí podemos ayudarles a desarrollar las habilidades y la conciencia que necesitan para mantenerse seguros, tomar buenas decisiones y poder hablar con un adulto de confianza si algo extraño o preocupante ocurre.
Con el tiempo y la práctica, puedes ayudar a los más pequeños a aprender a navegar por el mundo en línea de manera segura y a tener conversaciones que marquen la diferencia.
¿Cuándo se habla de ciberacoso?
No siempre tienes que hablar seriamente sobre el ciberacoso. Las conversaciones casuales y frecuentes funcionan muy bien.
Es bueno prepararse, pero no siempre se tienen que planear estas conversaciones. Pueden ocurrir en cualquier momento, como cuando están haciendo algo juntos. Lo mejor es escoger los momentos en los que todos estén tranquilos y relajados.
Aquí hay tres sugerencias de conversaciones que puedes tener con los niños, niñas y adolescentes sobre el ciberacoso:
Sobre cómo se puede dar el acoso
Cuando hables con los más pequeños sobre el ciberacoso, hazlo en un lenguaje simple. Por ejemplo, puedes describirlo como: “Cuando alguien está siendo cruel o hiriente con otra persona en internet”.
Hazles saber que es importante ser gentil y también ser tratado con amabilidad tanto en línea como en la vida real.
Cuando hables con los preadolescentes o adolescentes, sé consciente de su creciente necesidad de privacidad e independencia.
Intenta mostrarles un interés genuino: pregúntales sobre sus aplicaciones favoritas o juegos en línea. Esto puede dar paso a las conversaciones sobre si han visto a otros ser crueles con los demás en línea (por ejemplo, en las redes sociales) o si ellos alguna vez se han sentido incómodos con algo.
Motívales a pensar sobre cómo sus mensajes pueden ser interpretados y a respetar siempre la privacidad de los demás.
A veces es más fácil hablar del ciberacoso cuando sale en las noticias, en una serie o en películas. Esto es especialmente efectivo para los preadolescentes y adolescentes a quienes les puede parecer que los están interrogando si lo haces directamente.
Si surge algo, pregúntales qué piensan al respecto. Tal vez no compartan mucho inmediatamente y quieran hablar más en otro momento.
Construir habilidades de vida como estas es un proceso gradual. Siempre es mejor empezar cuando son pequeños, pero nunca es demasiado tarde.
Sobre seguridad y los “¿Qué tal si…?”
Podemos ayudar a que los niños, niñas y adolescentes se sientan más preparados para manejar las situaciones complejas usando las suposiciones de “¿Qué tal si…?”.
A los niños más pequeños, pregúntales cómo se sentirían si un extraño intenta enviarles mensajes mientras están jugando en línea. Así podrían conversar sobre diferentes cosas que pueden hacer, como contarle a un adulto sobre el mensaje.
Háblales sobre los peligros de interactuar con extraños y hazles saber que no todas las personas en líneas son quienes dicen ser.
Con los adolescentes, podrías conversar sobre cómo se sentirían al ver en las redes sociales comentarios hirientes o vergonzosos sobre un compañero. Hablen sobre diferentes formas en las que puedan responder y mantente receptivo a sus ideas.
Esto les ayuda a saber que sus puntos de vista importan y que pueden expresar sus pensamientos sin sentirse juzgados.
Sobre siempre estar disponible (sin importar lo que sea)
En línea o fuera de, es importante ayudar a los niños, niñas y adolescentes a entender cuándo está bien guardarse las cosas y cuándo es mejor contárselas a alguien.
Con la tecnología siempre cambiando y tanta conectividad, siempre habrá nuevas maneras de actuar de los acosadores, así como distintas formas de acoso. También es más fácil para los hijos e hijas esconderles cosas a sus padres.
Además, los niños, niñas y adolescentes con frecuencia sienten vergüenza o miedo de comentar con sus padres las cosas que están pasando en línea, especialmente si creen que pueden meterse en problemas.
El acoso en persona y en línea también puede ocurrir al mismo tiempo, lo que hace que las víctimas tengan más miedo de hablarlo.
Asegúrales que siempre estás disponible para escuchar y ayudar, sin importar lo que sea.
Hazles saber que está bien sentir miedo o preocupación y que no se meterán en problemas si te cuentan, incluso si han roto alguna regla familiar.
Diles que siempre es mejor pedir ayuda que enfrentar solo/a los problemas.
La seguridad en línea y otras consideraciones:
Como padre, madre o cuidador, hay cosas que puedes hacer para construir las bases de una relación positiva con la tecnología.
Si estás en tu teléfono constantemente cuando tus hijos/as intentan hablar contigo, o si las pantallas se están apoderando del tiempo familiar, podría ser oportuno replantearse las cosas y establecer juntos nuevas reglas.
Tal vez sea tiempo de pensar en algunos nuevos acuerdos en familia, como: “sin dispositivos en el dormitorio ni en la mesa”.
Los niños, niñas y adolescentes ven y aprenden mucho de los adultos sobre las relaciones positivas con las pantallas y de cómo ser respetuosos. Muéstrales ese comportamiento tú mismo.
Elógialos y préstales atención cuando sea apropiado. Disfrutar del tiempo con tu hijo/a también puede ayudarle a fomentar la confianza y buena comunicación , haciendo que sea más fácil buscar tu ayuda o que quiera hablar contigo.
¿Y si ves señales de que tu hijo/a puede estar sufriendo ciberacoso?
Tal vez te hayas dado cuenta de que tu hijo/a siente ansiedad o está de malhumor y no socializa con sus amigos como antes o parece actuar secretamente en línea.
Podría estar evadiendo ciertas situaciones, mostrar más timidez o involucrarse en cosas riesgosas. También, perder el apetito o tener dificultades para dormir son señales de que algo no está bien.
Si sospechas que tu hijo/a es víctima de acoso en línea, las señales pueden ser muy sutiles. Confía en tus instintos y trata de no entrar en pánico.
Si crees que algo está ocurriendo, habla con un profesional –médico, psicólogo u otro de confianza– o consulta en tu municipio por las alternativas de apoyo disponibles.
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