Testimonio:

En Parral, una comuna predominantemente rural y con un gran número de familias en vulnerabilidad, dos facilitadoras de Triple P para Chile Crece Contigo unen fuerzas, trabajando juntas para brindar apoyo en temas de crianza, tanto a padres, madres y cuidadores/es como a docentes en establecimientos educacionales. El desafío ha sido grande. Sobre todo, porque debido a la pandemia han tenido que realizar charlas por videoconferencia, en una zona con baja conectividad a internet. “Al principio, no le teníamos mucha fe a Triple P, pensábamos que a nuestros papás no les iba a servir. Pero en el camino nos dimos cuenta que sí funciona y eso nos deja muy contentas y nos anima a seguir”, dicen. Desde 2019 a la fecha, han entregado el servicio a más de 500 vecinos y vecinas del municipio.

María Isabel Domínguez y Silvia Soto hoy se sienten orgullosas de lo que han logrado. Sin perder el asombro, cuentan que más de 100 asistentes llegaron a uno de los más recientes Seminarios Triple P que ofrecieron en línea. “Muchísimos, considerando que la mayoría tiene problemas de conexión en Parral”, comenta Silvia. Y aclara que no es la cantidad lo que las emociona, sino la posibilidad de brindar ayuda a tantas familias que lo necesitan. “Para nosotros es importante poder llegar a las personas y que sepan que este programa está para apoyarlas en sus procesos de crianza”.

“Teníamos dudas respecto a hacer estas charlas de manera remota, porque es distinta la atención que logras cuando estás en forma presencial –agrega–. Tratamos de mostrarnos cercanas y que nos sientan así, para que nos puedan hacer las preguntas que necesiten sin sentirse incómodos. Pero hemos tenido gratas experiencias. A veces, nos dicen: ‘¿Cómo? ¿Ya terminó?’. Son muchas las personas que necesitan este apoyo en crianza, pero tienen que pagar el psicólogo o el especialista, y no alcanza. En este tiempo de pandemia, menos. Que se dé la posibilidad de acceder de manera gratuita a este beneficio, es súper importante”.

“Hemos visto lo que ha pasado, lamentablemente, a causa de la pandemia, con los niños, con las mamás, ha sido bastante duro para todos. Nosotros trabajamos con muchas familias vulnerables. Para las cuarentenas, les dicen que hay que quedarse en la casa y no tienen los medios para hacerlo, porque el espacio no da. Ahí empiezan todos los problemas de estrés de las familias y por eso el programa es muy importante para nuestros apoderados, cuidadores y todos los que están a cargo de nuestros niños”, complementa María Isabel.

Este año, la primera charla online de crianza positiva que realizaron estuvo dirigida a docentes y asistentes de educación. “Venía la vuelta a clases y pensamos que se iba a necesitar en los establecimientos personas que estuvieran preparadas para brindar contención y apoyo a los niños en este retorno, así que decidimos trabajar con ellos”, cuenta Silvia. “Y empezamos a visualizar dificultades que se nos podían presentar en esta modalidad remota: el tema de conexión en zona rural, personas mayores que no manejan tanto la tecnología y otras que nos podían afectar a nosotras como facilitadoras, ya que también se nos podía caer el internet. Pero el hecho de cofacilitar nos ayuda mucho en eso, porque si algo le falla a una, sigue la otra”.

“A raíz de esas posibles dificultades –dice–, el colegio instaló un telón en el patio, para que todos los interesados pudieran participar. Tuvimos una asistencia bastante numerosa, que nos pudo ver gracias a este telón. Hay un gran compromiso de los establecimientos educacionales con sus comunidades”.

La profesional agrega que los docentes y asistentes de educación “pudieron aprender estrategias para aplicar tanto con los niños en el colegio como con sus propios hijos en la casa”. Así también, “cuando hemos hecho seminarios para los apoderados, los papás se entusiasman, dicen que les hace sentido la información que les entregas, que es clara, entretenida… Y sí, ¡Triple P funciona! Uno siempre dice: los niños nacen y no nos entregan un manual. Pero tenemos este programa, que da ideas que te pueden ir apoyando en el proceso de ser papá, mamá o cuidador”.

“Nosotras llevamos 10 años trabajando juntas y ambas postulamos para certificarnos en Triple P. Cuando vimos todo el proceso de acreditación, estábamos muy arrepentidas: ¡¿en qué nos metimos?!, pensamos. Ha sido arduo, pero también bastante satisfactorio”, reconoce María Isabel. “Además –prosigue Silvia–, son muy importantes las experiencias que entrega Triple P, como los SAC (Sesiones de Apoyo entre Colegas) o las SIE (Sesiones de Intercambio de Experiencias entre Facilitadores), porque te das cuanta de que a todos los que estamos implementando nos pasa lo mismo, tratando de acomodarnos en este período de pandemia y haciendo lo que más se pueda para seguir apoyando a los papás, las mamás, los cuidadores…”.

*Para acceder a Triple P en Parral, puedes enviar un correo electrónico a triplepparral@gmail.com u obtener información en www.crececontigo.cl/apoyocrianza