Blog-PEAK_Daily_Challenges_Week3_LATAM_720x530.webp

Game over? El tiempo de pantalla y la salud mental de niños y adolescentes

“Los niños no necesitan de pantallas – ¡los padres deberían no exponerlos a ellas!”

¿Alguna vez te han dicho esto? ¿Lo has pensado en algún momento?

La crianza en esta era digital es un desafío cotidiano para el que no siempre nos sentimos preparados. A menos que hayas decidido vivir alejado de todo, los aparatos digitales forman parte del mundo de nuestros hijos. Añádele a esto el que todos, desde los medios de comunicación hasta nuestros vecinos y amigos, tienen diversas opiniones sobre la cantidad de tiempo de pantalla apropiado para los niños, niñas y adolescentes. Estos puntos de vista pueden variar inmensamente y no siempre suelen ser positivos, haciendo que el tiempo de pantalla tenga una mala reputación.

Es lógico que seamos cuidadosos con nuestros hijos y su uso de pantallas, ya que esto está ligado con problemas de salud física y mental en los niños y adolescentes.1,2 Incluyendo los riesgos de seguridad en línea que surgen con el uso de las pantallas, como también las preocupaciones del acoso cibernético en las redes sociales.

El desafío es que no es tan fácil como simplemente deshacerse de las pantallas. No usar pantallas puede funcionar muy bien para algunas familias. Sin embargo, no es una opción para muchos. Los aparatos se usan con regularidad en las escuelas con propósitos educativos y los teléfonos para comunicarse. Los usamos en nuestros hogares, y por supuesto, por razones laborales o personales. Así, los niños y adolescentes están rodeados de estos dispositivos. Pero nosotros podemos equilibrar su uso en nuestro hogar, dando paso a resultados positivos con las conexiones educacionales y sociales de nuestros hijos. También pueden servir de diversión para aminorar el estrés de la vida cotidiana.2 Esto no significa que no debe haber límites, especialmente para los niños pequeños.

Sentir estrés y culpabilidad por el uso de pantallas es algo común para los padres

Basados en la Encuesta de crianza de Triple P del año pasado, sabemos que muchos padres, madres y cuidadores se preocupan por el uso de pantallas de los niños y adolescentes, por lo que desean más recomendaciones sobre su manejo. Es común sentir culpa por permitir que los niños usen las pantallas, y a su vez esta culpa no es buena para su desarrollo tampoco, ya que puede hacernos sentir más estresados e impactar nuestra relación con ellos.3 Determinar si los niños deben usar las pantallas o no y por cuánto tiempo puede ser una fuente de estrés sobre qué acción tomar. En ocasiones, el uso de los niños hace que entremos en conflicto con ellos, dando paso a más sentimientos de culpabilidad.

Así que, ¿qué podemos hacer si deshacernos de las pantallas no es una opción?

Calidad en lugar de cantidad puede ser la respuesta.

Reajustar el uso de las pantallas de cantidad a calidad

Una mejor forma de ver el uso de pantallas no es si es “bueno” o “malo” o si es una “recompensa” o “castigo”, sino más bien si es una parte de nuestras vidas que debemos usar apropiadamente y en equilibrio con otras áreas, como la actividad física.

Una manera de reajustar el uso de pantallas es pensando para qué los niños las usan, en lugar de enfocarnos en el tiempo que las usan. En otras palabras, se trata de la calidad y no de la cantidad. Por ejemplo, mientras que mucho tiempo de pantalla está asociado con niveles más bajos de lenguaje en los niños, el tiempo de pantalla de calidad, como para programas educacionales o para videoconferencia con los padres y cuidadores, está asociado positivamente con habilidades de lenguaje en los niños.4

Ideas para tiempo de pantalla de ‘calidad”: De redes sociales a videojuegos

No hay un solo método para el uso de pantallas de los niños o para acceder a las redes sociales, videojuegos, aplicaciones o TV. Por ejemplo, un adolescente puede tener límites diferentes que los de un niño de escuela primaria. También hay otras circunstancias donde los niños, incluyendo aquellos con discapacidades o necesidades adicionales, usan las pantallas para la autorregulación por razones sensoriales o de comunicación, así que su uso requiere de métodos distintos.5

¿Qué piensas tú que puede funcionar en tu hogar?

Suele ayudar monitorear el uso de tu hijo, y dependiendo de las edades y necesidades de los niños, crear límites que les ayuden a mantenerse seguros y que se adapten a tu familia. Tú decides con qué te sientes cómodo, pero para ayudarte a comenzar, aquí tienes algunas ideas para poner en práctica.

Consejos para el uso de pantallas para los niños pequeños (hasta 5 años)

  • De acuerdo con la mayoría de las pautas internacionales de salud, los expertos recomiendan que los niños menores de 2 años no pasen tiempo de pantalla, pero esto no siempre incluye las videollamadas. Que los niños puedan conversar y ver en videollamadas a sus familiares y amigos es tiempo de calidad y resulta una maravillosa forma de forjar y mantener las conexiones.6
  • Para las edades de los 2 a los 5 años, no más de una hora de tiempo de pantalla recreacional se recomienda típicamente. Para obtener lo mejor de este tiempo, opta por programas educacionales y juegos. Ver, jugar y conversar sobre estos juegos y programas con los niños puede ser una oportunidad para reforzar tu unión con ellos.
  • Modelarles el uso positivo de las pantallas desde una edad temprana también marca la diferencia. Los niños se graban todo lo que tú haces, incluso cuando son bebés. Ellos observan tus hábitos y cuánto tiempo pasas frente a la pantalla. Los padres con incidentes más altos de uso de pantallas tienden a tener niños y adolescentes que también presentan una incidencia alta.7

Consejos de tiempo de pantalla para niños de edad primaria (5 a 16 años)

  • La mayoría de las pautas internacionales sugieren limitar el tiempo de pantallas a dos horas por día, sin usualmente incluir el tiempo requerido para actividades escolares.7 Para hacer que este tiempo sea de más ‘calidad’, prueba con prestar interés y monitorear lo que ellos hacen. Esto es parcialmente importante por razones de seguridad, así como también, porque te brinda la oportunidad de conectar con el niño o niña. Cuando los padres monitorean el uso de pantallas, puede dar paso a que ellos usen las pantallas menos y que reduzcan el uso inapropiado. Por ejemplo, preguntarles sobre los videojuegos que están jugando y tal vez hasta jugar con ellos. También puedes monitorear las aplicaciones que descargan y tomar nota de con quién hablan o qué hacen cuando están en línea.
  • Usar los controles parentales: El riesgo con las pantallas es con más frecuencia sobre lo que están haciendo o viendo los niños que por cuanto tiempo están usando la pantalla, y algunas veces tenemos que ser nosotros quienes controlen esto. Identifica qué controles parentales puedes poner en la televisión, las aplicaciones o los juegos. Con regularidad revisa que sigan puestos, ya que los niños pueden aprender a removerlos.
  • Establece límites. Los horarios y límites para el uso de pantallas son importantes para los niños, ya que pueden reducir el uso problemático y disminuir el tiempo total de pantalla. Esto es particularmente importante durante las vacaciones escolares. Dependiendo de la edad de los niños, puedes llegar a un acuerdo con tu hijo; por ejemplo, si puede usar las pantallas antes o después de escuela. Ten en mente que no todo el tiempo de pantalla es igual. Hay una diferencia entre pasar horas jugando videojuegos y el pasar tiempo mensajeando con los amigos, lo que puede ser bueno para su salud mental. Algo de flexibilidad suele ayudar conforme los niños van creciendo. Mostrarle a tu hijo cómo seguir los horarios para el uso de pantallas es de gran ayuda para él o ella y para ti.
  • Planificar otras actividades para intercambiar el uso de pantallas ayuda a mantener a los niños lejos de estas por más tiempo, como ir al parque después de la escuela o matriculándolos en un deporte o actividad.
  • Ten conversaciones abiertas: Los riesgos del acoso cibernético, el robo de identidad y los daños en línea son reales. Pero si creamos conexiones sólidas y saludables con nuestros hijos mostrando interés en lo que tienen que decir, podemos forjar una unión más fuerte. Cuando tenemos este vínculo, nos ponemos en una mejor posición para apoyarlos cuando necesitan de ayuda o las cosas no salen bien en línea.
  • El acoso cibernético puede ser un problema durante los años escolares. Fomentar las conversaciones abiertas es importante, hablar con los niños sobre el acoso cibernético y hacerles saber que no se meterán en problemas si tienen alguna preocupación. Motiva las relaciones positivas con los amigos de tus hijos y trata de ayudarles a cultivarlas.

Con estos consejos a la mano, podrás tener más opciones para considerar cuando se trata del uso de pantallas, y que no simplemente tengas que ponerles fin a todos los aparatos. Para más ideas sobre cómo crear límites para el uso de pantallas, puedes participar en alguno de nuestros programas de crianza en línea. Para las familias con niños menores de 12 años, Triple P Online puede ayudarte. Para recibir apoyo con los adolescentes puedes participar en Triple P Online Adolescentes.

Para más consejos y estrategias para criar niños más seguros y resilientes, visita Triple P Online.

Referencias

  1. Nagata, J. M., Paul, A., Yen, F., Smith-Russack, Z., Shao, I. Y., Al-Shoaibi, A. A., ... & Baker, F. C. (2024). Associations between media parenting practices and early adolescent screen use. Pediatric Research, 1-8. https://doi.org/10.1038/s41390-024-03243-y
  2. Muppalla, S. K., Vuppalapati, S., Pulliahgaru, A. R., & Sreenivasulu, H. (2023). Effects of excessive screen time on child development: An updated review and strategies for management. Cureus, 15(6). https://doi.org/10.7759/cureus.40608
  3. Wolfers, L. N., Nabi, R. L., & Walter, N. (2024). Too much screen time or too much guilt? How child screen time and parental screen guilt affect parental stress and relationship satisfaction. Media Psychology, 1-32. https://doi.org/10.1080/15213269.2024.2310839
  4. Madigan, S., McArthur, B. A., Anhorn, C., Eirich, R., & Christakis, D. A. (2020). Associations between screen use and child language skills: A systematic review and meta-analysis. JAMA pediatrics, 174(7), 665-675. https://doi.org/10.1001/jamapediatrics.2020.0327
  5. Alper, M., Alcorn, A.M., Harrison, K., Manganello, J.A., Romeo, R.R. (2025). Digital Media and Neurodevelopmental Differences. In: Christakis, D.A., Hale, L. (eds) Handbook of Children and Screens. Springer, Cham. https://doi.org/10.1007/978-3-031-69362-5_8
  6. Swider-Cios, E., Vermeij, A., & Sitskoorn, M. M. (2023). Young children and screen-based media: The impact on cognitive and socioemotional development and the importance of parental mediation. Cognitive Development, 66, 101319. https://doi.org/10.1016/j.cogdev.2023.101319
  7. Cost, K. T., Unternaehrer, E., Tsujimoto, K., Vanderloo, L. L., Birken, C. S., Maguire, J. L., ... & Charach, A. (2023). Patterns of parent screen use, child screen time, and child socio‐emotional problems at 5 years. Journal of Neuroendocrinology, 35(7), e13246. https://doi.org/10.1111/jne.13246