Cuando hablamos con nuestros hijos les enseñamos a cómo hablar, escuchar, e interactuar con los demás. Esto puede ocurrir cuando nuestros hijos se acercan para mostrarnos algo que hicieron, hacernos una pregunta, o cuando nos preguntan acerca de lo que hicimos durante el día –estas conversaciones breves son oportunidades para que ellos aprendan.
Para los bebés, todos los sonidos son una forma de comunicación. Le recomendamos hablarle, cantarle y arrullarlo todo lo que más pueda. Mientras usted hable con su bebé, puede mencionarle el nombre de las cosas que están a su alrededor. Esto ayudará a que su bebé aprenda el nombre de las cosas que lo rodean.
Cuando los niños crecen comienzan a nombrar las cosas. Pueden indicar y decir: “camión”. Usted podría repetir, “Sí. Es un camión”. Así le hace saber que está en lo correcto, darle una palabra nueva y formular una frase simple.
Los niños pequeños y los niños en edad pre-escolar hacen muchas preguntas. Están comenzando a explorar el mundo y hacen preguntas sobre las cosas que no entienden o que les preocupan.
Cuando su hijo se acerque para hacerle una pregunta, trate de dejar lo que está haciendo, para prestarle su atención y escuchar lo que le quiere decir. Por otra parte, usted también puede preguntarle sobre lo que el/ella piensa.
Hablar con los hijos ayuda a establecer una relación entre los padres y sus hijos. Esto hace que sea más probable que ellos se sientan libres y seguros de establecer una conversación con sus padres, lo que es de gran importancia con forme ellos van creciendo.