Apoyando a los niños con las grandes etapas del desarrollo: 5 consejos
Nada nos agobia más el corazón como enviar a los niños a la guardería o el preescolar o verlos entrar por las puertas de la escuela con una mochila que parece dos veces más grande que ellos.
Las grandes etapas del desarrollo como estas pueden parecer una verdadera transición –para ellos y para usted. Puede ser emocionante y a la vez acarrear una serie de momentos desafiantes mientras intentamos prepararnos o adaptarnos a estos cambios.
Independientemente de que sean niños pequeños o adolescentes, ¿qué puede hacer usted para ayudarles a adaptarse durante las primeras semanas y a lo largo? Aquí tiene 5 estrategias para mantenerlas en mente.
Ponga atención a sus propias emociones
Cuando los niños se vuelven más independientes y confiables, esto puede desatar una serie de emociones mixtas en los padres y cuidadores. Usted podría sentir algo de ansiedad al pensar que su niño empezará la escuela. Tal vez se está preguntando si es normal sentirse tan preocupado. En otras ocasiones, tal vez sienta regocijo, felicidad y orgullo. ¡O todas las emociones al mismo tiempo!
Nosotros lo sabemos y la investigación lo comprueba1, que la actitud de los padres hacia la escuela y las transiciones impacta cómo los niños experimentan estos eventos. Aprender a poner atención a su reacción y respuesta, y al tono emocional del lugar, puede ayudar a los niños a tener una experiencia más positiva.
La preparación y la práctica ayuda con las grandes etapas de desarrollo
Existe una diferencia entre llevar a un bebé a la guardería o a un niño pequeño al preescolar con ayudarle a un niño mayor o a un adolescente con su adaptación. Independientemente de su edad o etapa, un poco de preparación y práctica puede ser de gran ayuda.
Saber que esperar ayuda a los niños a sentirse más a gusto con las nuevas experiencias. Es una buena idea pensar en lo que ya están haciendo y en lo qué pueden hacer para exponerlos a un nuevo ambiente.
Tener una o dos caras conocidas ayuda a los bebés y a los niños pequeños a sentirse más seguros. Conforme van creciendo, es de gran ayuda participar en los días de orientación y de actividades con otros niños. Brindarles la oportunidad de “practicar” lo que va a pasar –como vestirse, empacar su mochila o hacer un recorrido del viaje– pueden ser cosas que ayuden a que todo sea más llevadero.
Por supuesto, también puede caer en demasiada práctica o preparación. Cuando las cosas no surgen como se habían planeado, trate de tomarlo por el lado amable. ¡Mañana será otro día!
Establezca rutinas y rituales
Las rutinas cotidianas proveen a los niños con un sentimiento de seguridad y pueden amortiguar los cambios fuera del hogar. Las rutinas también ayudan a las familias a volverse más organizadas, creando una sensación de calma. Alistarse para las prisas de la mañana desde la noche anterior puede ser un buen primer paso.
Los rituales y pequeñas tradiciones también pueden proporcionar un sentimiento de estabilidad y comodidad. Por ejemplo, una frase a la hora de dormir, un fuerte abrazo, un chiste compartido, una comida favorita o una actividad cotidiana y divertida juntos.
Escuchar
No siempre es posible brindarles a los niños toda nuestra atención. Sin embargo, escuchar activamente puede hacer una gran diferencia. Parar de hacer lo que está haciendo y brindar su atención plena dice un mensaje importante: tú me importas y me interesas.
Algunas veces las mejores oportunidades ocurren cuando menos las esperamos. De ser posible, tómese un pequeño descanso y ponga atención. Al crear un ambiente seguro y confortable donde puedan hablar con usted sobre sus altibajos, usted podrá darles las herramientas que necesitan para comunicarse, resolver los problemas y hacerle frente juntos a los contratiempos.
Expectativas realistas
La transición a la guardería, el preescolar o la escuela puede ser difícil para los niños y sus padres. Reconocer que no todo va a salir como se planeo es confortante. Espere contratiempos como cambios de humor o cansancio y recuerde que las cosas no tienen que salir perfectas. Trate de enfocarse en lo que va bien, adaptase a los cambios y manténgase tan optimista como pueda. Al hacerlo, usted modela la resiliencia y ayuda a los niños a que aprendan cómo adaptarse a los cambios.
Hablemos de consejos específicos para diferentes edades:
- Los bebés y niños pequeños prosperan con las rutinas, las caras y lugares familiares. Reunirse con uno o dos educadores y con otros pequeños puede ayudarles a sentirse seguros. Dependiendo de su edad, hable con su niño sobre lo que pasará antes de que ocurra. Llegar y retirarse puede tomar un poco (o mucho) más conforme los niños pequeños aprenden a afirmar su independencia. Prepararse con anticipación y mantenerse en calma ayuda a que las cosas continúen mejor.
- Algunos niños en edad escolar pasan por un periodo en que piensan que la escuela es maravillosa y después de algunos días o semanas deciden que es terrible. Esté tan listo como le sea posible para los altibajos, escuche atentamente y elógielos cuando las cosas vayan bien. Cuando los niños ven que sus padres están tranquilos y confiados, les ayuda a sentirse igual. Y esto motiva a los padres y a su vez beneficia a los niños –como un ciclo.
- Las investigaciones2 muestran que tener una relación de apoyo con los padres es vital para cuando los niños cambian de la primaria a la escuela superior. Algunas veces es poco fácil escucharlos sin tratar de arreglarlo todo, especialmente si su niño que antes hablaba de todo ahora necesita de más espacio mientras sale de su zona de comodidad. Busque oportunidades cuando ambos estén relajados para escucharle, entenderle y platicar. Los adolescentes prosperan también con la previsibilidad, ¡aunque parezca lo opuesto! Motívelos a que implementen sistemas para mantener las cosas organizadas, mantener las rutinas y dejar suficiente tiempo para la diversión.
Y recuerde…
Si usted o su niño están teniendo muchas dificultades adaptándose al nuevo ambiente, hable con los profesores, su doctor u otros profesionales de la salud.
Referencias:
1 Dockett, S., Perry, B., & Kearney, E. (2012). Family transitions as children start school. Family Matters(90), 57-67.
2 Kiuru, N., Wang, M. T., Salmela-Aro, K., Kannas, L., Ahonen, T., & Hirvonen, R. (2020). Associations between Adolescents' Interpersonal Relationships, School Well-being, and Academic Achievement during Educational Transitions. Journal of Youth and Adolescence, 49(5), 1057-1072. https://doi.org/10.1007/s10964-019-01184-y