"¡Quiero ser más positivo!" ¿Pero cómo?"
Creo que es bueno recordar que existe un factor dentro de la cultura japonesa, que nos anima a esforzarnos siempre por lo mejor y a ser duros con nosotros mismos cuando no logramos todo lo que queremos. Por lo que he escuchado de mis colegas y padres de todo el mundo, este aspecto es común en otras culturas también.
Cuando conozco a padres que asisten a los seminarios de Triple P en Japón, a menudo preguntan: "¿Cómo puedo ser positivo?" Quizás cuando oyen 'Triple P – Programa de Parentalidad Positiva', les hace pensar si su enfoque en la crianza está siendo el correcto.
Lo extraño es que, cuando se acercan a conversar, se ven bastante felices y no parecen estar deprimidos o estresados, pero aún así seguirán diciendo que no creen ser "positivos". Cuando les pregunto por qué, me dicen cosas como:
- "Siempre estoy regañando a mis hijos por algo".
- "Mi hijo tienen un mal comportamiento y no logro encontrar nada para felicitarlo, por lo que debo ser una persona negativa".
- "Otros padres parecen ser excelentes para equilibrar la crianza de los hijos, el trabajo y otras tareas; bueno, yo no puedo hacer lo mismo”.
Cuando ve cosas como estas escritas, tal vez le sea más fácil comprender que la mayoría de los padres pueden tener de vez en cuando pensamientos como este.
Estas posturas sobre la crianza de los hijos pueden ser comunes, pero si lleva el peso de estos pensamientos todos los días, es posible que experimente un sentimiento continuo de culpa y decepción. No sorprende que estas ideas dificulten que los padres traten con calma y a los niños, con la confianza de que están haciendo un buen trabajo.
SER REALISTA AYUDA A SER MÁS POSITIVO
Entonces, ¿qué pueden hacer los padres para sentirse más positivos? En este blog, voy a centrarme en una idea que muchas personas encuentran útil, y que es parte de Triple P, ésta se relaciona con las expectativas de los padres y los puntos de vista preconcebidos sobre la crianza de los hijos.
Sería de gran ayuda para nosotros los adultos, y sin dudas todos podríamos pasar el día tranquilos. ¡Sí, los niños siguieran automáticamente las reglas y las instrucciones de los padres! ¿Pero es realista esperar esto?
Es probable que los niños sean más disruptivos cuando están cansados o cuando tienen hambre. Además, a veces olvidan las reglas y las rutinas inadvertidamente, cuando están ocupados en actividades. Si lo piensas bien, esto no es tan diferente de cómo nosotros mismos tendemos a cometer pequeños errores, o nos molestamos más fácilmente cuando estamos cansados o hambrientos.
Y a veces nuestras actitudes hacia la crianza de nuestros hijos y hacia ellos mismos, nos pueden hacer sentir más estresados o negativos de lo que es saludable.
¿POR QUÉ NOTAS QUE TU HIJO SE PORTA MAL "TODO EL TIEMPO"?
Es inevitable que los niños se porten mal a veces. Pero si un padre piensa que "hay muy poco que felicitarle a mi hijo", ese pensamiento puede aumentar la atención de los padres hacia los errores y la mala conducta. Al mismo tiempo, puede ser más fácil pasar por alto el buen comportamiento y los logros del niño.
Tenga en cuenta también que las capacidades de un niño dependen de su edad y etapa de desarrollo. Si no está seguro de que las expectativas sobre su hijo sean realistas, le puede servir verificar cómo sus exigencias se comparan con lo que están haciendo otros niños. Usted podría dialogar con:
- Otros padres
- Su médico
- El maestro de su hijo
- Otro profesional (incluso un facilitador de Triple P).
Así como las expectativas que tenemos de nuestros hijos pueden ser poco realistas, también podemos establecer estándares demasiado altos para nosotros mismos. No es malo tener aspiraciones y cosas que queremos lograr como padre y como persona. Sin embargo, lo que no es útil es tener expectativas como estas:
- "Debería disfrutar siempre de la crianza de mis hijos".
- "No debería tener problemas para hacer malabares con la crianza de mis hijos, el trabajo, las tareas domésticas, etc."
- "Debería ser natural tener siempre paciencia con mi hijo".
Los padres también son humanos, y muchos se encuentran en situaciones en las el de apoyo de amigos o familiares no es el ideal. Hay momentos en que no nos sentimos positivos, como cuando estamos enfermos o cuando acabamos de recibir malas noticias.
¡EQUILIBRAR TODO NO ES FÁCIL!
Equilibrar el hogar y el trabajo es difícil para muchos padres y es la razón por la que el tema ha sido reconocido en una de las políticas del gobierno nacional de Japón. Habiendo dicho todo eso, no importa en qué país estemos, podemos aprender a desarrollar mejores habilidades de afrontamiento y a no sentirnos abrumados por estos sentimientos. Y también podemos aprender más habilidades y estrategias para ayudarnos a ser calmados, consistentes y pacientes con nuestros hijos. Solo recuerde, no es realista esperar que esto sea automático.
Tener expectativas realistas nos ayuda a ser amables con nuestros hijos y con nosotros mismos, y hace que nuestra crianza y la vida en general sea más positiva y relajada. Por lo tanto, si sientes que no eres positivo de la forma en que te gustaría serlo, intenta reflexionar sobre tus expectativas, como punto de partida para comenzar a cambiar.