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AYUDAR A LOS NIÑOS A MANEJAR EL ESTRÉS DE LA INCERTIDUMBRE

Los niños y adolescentes, al igual que los adultos, anhelan la certeza. Por eso los adivinos y los horóscopos llevan miles de años con nosotros. No importa cuántas veces se desmientan estas cosas: como seres humanos queremos saber lo que va a pasar y los niños y adolescentes no son la excepción.

La incertidumbre es incómoda, pero no insoportable

La investigación nos dice que la incertidumbre hace que el cerebro trabaje de más. Cuando se vive en una incertidumbre constante, se necesita de más esfuerzo mental sólo para sobrellevar las tareas del día. Hasta cierto punto, los padres pueden proporcionar seguridad estableciendo rutinas predecibles y usando un estilo de crianza consistente. Esto favorece el desarrollo de los niños, ayudándolos a concentrarse en el aprendizaje de nuevas habilidades, y no en la preocupación de lo que puede ocurrir. Por ejemplo, una rutina matutina ayuda a los niños a enforcarse en ser más independientes.

Sin embargo, ni siquiera en circunstancias ideales es posible controlar todos los aspectos de la vida. Aprender a tolerar cierta incertidumbre y saber afrontar los cambios es una valiosa habilidad emocional. Sin embargo, no es algo que se da de forma natural, por lo que resulta muy útil que los padres y las familias apoyen a los niños y adolescentes para que desarrollen esta habilidad. Algunos niños pueden tener más dificultades y pueden tardar más en aprender.

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Apoyar las habilidades emocionales de los niños

Los niños y adolescentes necesitan ayuda para manejar los sentimientos que experimentan con la incertidumbre. Esto es aún más importante en tiempos de estrés. En este momento, a pesar de que seguimos lidiando con la pandemia mundial del COVID-19, todavía hay muchas cosas inciertas. Podemos estar agradecidos con los conocimientos médicos avanzados que nos están permitiendo superarlo. Sin embargo, aunque las tasas de vacunación vayan en aumento, hay efectos secundarios en la educación y la economía que continuarán por más tiempo. Nuestros hijos pueden incluso estarse preguntando qué es lo que vendrá después.

Los niños y adolescentes aprenden mucho de los adultos que los rodean, simplemente observando y escuchando. Los adultos pueden dar un buen ejemplo demostrando con sus acciones y palabras que se puede tolerar cierta incertidumbre. No nos tiene que gustar esto, pero si poder lidiar con ello. Algunos padres sienten que deben saber todas las respuestas, pero está bien hacerles saber si no lo saben. En realidad, esto es muy importante porque les enseña que está bien no saberlo todo. También les enseña a los niños una habilidad de vida muy valiosa: pedir ayuda o más información cuando la necesitan.

También es importante ser lo más sincero posible al dar información. Una forma de responder positivamente en este caso es sugerir que juntos busquen más información. También puede animarlos a mantener una mente abierta y buscar oportunidades para seguir aprendiendo más.

Aprender a manejar las emociones difíciles requiere de práctica. Un entorno positivo y cariñoso en el que los niños puedan hablar de sus emociones ayuda mucho. Los niños necesitan sentirse valorados. También necesitan saber que pueden expresar todos sus sentimientos y que, si expresan sentimientos incómodos como la preocupación o la tristeza, los padres no minimizarán el problema ni se molestarán. Los padres pueden mostrar que aceptan las emociones de los niños y orientarles a que las expresen adecuadamente. Por ejemplo, "está bien sentirse molesto, pero no está bien desquitarse con los demás".

En lugar de ignorar las emociones incómodas, los niños deben aprender a hablar de ellas. A veces, a los niños pequeños se les hace más fácil describir sus sentimientos en forma de dibujos. Incluso los niños mayores pueden necesitar ayuda para poder nombrar, reconocer y compartir sus sentimientos. Los sentimientos también pueden expresarse y manejarse de otras maneras. Por ejemplo, a través de la música o el deporte, pasando tiempo en la naturaleza o escribiendo en un diario.

Animar a los niños a creer que pueden afrontar la situación

Se puede animar a los niños a desarrollar la confianza en su propia capacidad de recuperación emocional. Esto les será útil en el futuro cuando se enfrenten a los inevitables altibajos de la vida. Todo el mundo se siente triste y molesto de vez en cuando, pero estos sentimientos son pasajeros. Se necesita tiempo para aprender a afrontar las situaciones imprevisibles y estresantes. Un entorno familiar positivo ayuda a los niños a aprender cómo manejar los sentimientos incómodos de forma saludable.

Otro concepto que deben aprender los niños es el uso de la resolución de problemas para afrontar la incertidumbre. En lugar de darles la respuesta, es más útil animarlos a que aporten sus ideas. Para los problemas más complejos, se puede utilizar un proceso estructurado para su resolución. El aprendizaje de estas habilidades ayuda a que los niños se enfrenten a lo que está sucediendo en ese momento y los prepara para otros retos en el futuro.

Hay herramientas prácticas y fáciles que puede aprender participando en Triple P – Programa de Parentalidad Positiva. Con estas herramientas podrá apoyar el bienestar emocional y el desarrollo de los niños, incluso en momentos de estrés e incertidumbre. Usted elige lo que se adapta mejor a su familia.

Triple P Online y Triple P Online - Adolescentes son programas interactivos en línea. Abarcan una amplia gama de consejos y estrategias para la crianza positiva. El módulo del COVID-19 tiene consejos específicos para afrontar las preocupaciones en tiempos de incertidumbre.

Si vive en una zona donde se ofrecen servicios en persona, puede pedirle a su proveedor las hojas de consejos Triple P sobre temas específicos.