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Seis soluciones para sus hijos y adolescentes (y para usted) sobre el tiempo de pantalla

El desarrollo cerebral de los niños y adolescentes es algo sobre lo que seguimos aprendiendo. Pero sabemos que lo que podríamos llamar "input" -las experiencias cotidianas de los niños y adolescentes- fomenta el aprendizaje y nuevas vías neuronales. Esto incluye también las experiencias virtuales y en línea. Dado que el COVID-19 ha cambiado la forma en que trabajamos, aprendemos y socializamos, ¿cuáles son los efectos en el desarrollo cerebral de todo este tiempo de pantalla?

En el caso de los niños más pequeños, los expertos médicos llevan tiempo diciendo que los niños menores de 18 meses no deben pasar tiempo frente a una pantalla, salvo para hacer videollamadas (por ejemplo, con los abuelos). Los niños de entre 2 a 5 años sólo deben pasar un máximo de una hora al día. Y lo ideal es que lo hagan con un adulto que pueda hablarles de ello para promover el desarrollo del lenguaje.

Para los niños mayores y los adolescentes, las pautas son menos claras. No todo el tiempo de pantalla es igual: no es lo mismo interactuar con un juego educativo que ver una película violenta, obviamente. No es lo mismo ver un vídeo de instrucciones en YouTube con su hijo como parte de un nuevo deporte o pasatiempo, que desconectarse con un juego de rompecabezas durante una conversación.

Los niños necesitan de usted para aprender a manejar el tiempo de pantalla. Vea el apoyo que puede obtener en su región con la crianza positiva.

Sin embargo, sabemos que hay efectos negativos asociados con pasar demasiado tiempo frente a la pantalla. Por ejemplo, lo que muchos conocemos: la alteración del sueño y la falta de actividad física. Y otros menos obvios, como el posible deterioro en la capacidad de pensamiento crítico. Cabe destacar que estos problemas pueden ser tan importantes para los adultos como para los niños y adolescentes.

Afortunadamente, hay muchas cosas sencillas que puede hacer, hoy mismo (o quizás esta noche), para restablecer el equilibrio. Tenga en cuenta que, además de poner límites a sus hijos, también necesitará autodisciplina. No sea demasiado duro consigo mismo ni se rinda si no logra una combinación ideal de actividades de inmediato. Se trata de tener en cuenta los objetivos a largo plazo y de trabajar en equipo.

  1. Hacer que todos entiendan la importancia de eliminar el uso de las pantallas un par de horas antes de dormir.
    Reduzca las oportunidades de pasar tiempo frente a una pantalla en los dormitorios estableciendo una norma que prohíba tener dispositivos en esas zonas, especialmente por la noche. Esto es complicado cuando los niños necesitan usar la computadora para hacer la tarea, pero por lo menos trate de mantener los teléfonos y las tabletas fuera de los dormitorios. En lugar de permitir el uso de dispositivos libremente -literalmente- pase de vez en cuando para asegurarse de que no han cambiado los libros de texto por TikTok. Si los niños dicen que no pueden dormir o estudiar sin música, puede recurrir a los tiempos de antes y usar un radio o reproductor de CD (si puede encontrar uno).

  2. Establecer límites familiares y crear zonas libres de pantallas (incluyendo sus servicios de streaming favoritos y la TV).
    Lo mejor es tener una norma como esta desde que los niños son pequeños, pero si no la tiene, pónganse de acuerdo en cuándo se comprometen todos a desconectarse. Esto es especialmente importante cuando el uso de las pantallas impacta negativamente la comunicación, como por ejemplo durante las comidas familiares o durante un viaje corto. Fomente la conversación en lugar de que todos estén en su propio mundo electrónico.

  3. Si los niños tienen dificultades regulando el tiempo de pantalla, se puede intercambiar el uso de los dispositivos por el cumplimiento de los quehaceres o las tareas escolares. Use este método escasamente, lo importante es promover la relación y el desarrollo de los niños y adolescentes, y no que el tiempo de pantalla se vuelva una negociación. Así mismo, se recomienda evitar remover los dispositivos como primera opción. Si el problema se relaciona con los dispositivos o internet, como no seguir las reglas o el tiempo de uso, limitar su acceso debe ser breve y no una solución a largo plazo.

  4. Enseñar la discreción y la evaluación como parte de sus conversaciones familiares habituales.
    Fomente el debate abierto en lugar de establecer límites poco realistas. Esta es también una forma de comprobar qué información y contenido están viendo sus hijos o adolescentes y ayudarles a separar lo útil de lo que no lo es. Enseñe a los niños y adolescentes a aprender a identificar los sitios y el contenido o publicaciones ilegales, pornográficas, dudosas, de acoso (o todo esto al mismo tiempo) y acuerde qué medidas se tomarán, cuándo y por quién. Y dé el ejemplo: si usted descarga copias piratas de música y películas o participa en conversaciones desagradables en el Internet, le costará más trabajo para convencerlos de que se atengan a las normas.

  5. Buscar oportunidades para aumentar la actividad física.
    No tiene que ser una membresía para el gimnasio o un maratón. Una caminata por la tarde puede ser un buen comienzo. ¿Ha ido al parque local últimamente? (No es sólo para los niños pequeños.) ¿Qué tal probar algo nuevo como escalar, navegar un barco de vela o volar un cometa? Tenga algunas experiencias reales e interesantes que vayan más allá de lo que ofrece una pantalla.

  6. Mostrar entusiasmo con los aspectos positivos para mantener la conversación.
    Mientras que algunos padres luchan con su propio uso excesivo del tiempo de pantalla, otros tienen el problema contrario. Si se siente (o parece) estar en contra de la tecnología, le resultará difícil mantener una comunicación respetuosa sobre estos temas. Pídale a sus hijos que lo eduquen sobre las novedades y que le enseñen a descargar nuevas aplicaciones, actualizaciones u otras maravillas cibernéticas.

Puede encontrar que algunas de estas estrategias le resultan más fáciles que otras. Si actualmente discute frecuentemente sobre el uso de la tecnología, puede que sea el momento de buscar apoyo adicional basado en la crianza positiva que le ayude a perfeccionar su enfoque y lo que le funciona mejor.