El dinero y el trabajo son temas complicados para conversar en cualquier momento. Sin embargo, parece ser más complicado cuando se trata de los adolescentes.
Las exigencias de dinero por parte de los adolescentes pueden impactar el presupuesto familiar. Ayudar a su hijo adolescente a que aprenda a manejar su propio dinero le permite adquirir habilidades valiosas para el futuro.
Es mejor dialogar sobre las reglas en torno al dinero que tratar de imponerlas. Pero también es importante establecer ciertos límites sobre cómo y en que puede su hijo invertir su dinero, ya sea sobre la cantidad semanal que usted le dé o del dinero que gane por sus propios medios.
Si la cantidad de dinero semanal que recibe por parte de usted depende del cumplimento de ciertas tareas domésticas, lleguen a un acuerdo con anticipación. Retener el dinero por un trabajo no hecho puede provocar resentimientos particularmente cuando no se han establecido reglas claras de antemano.
Tal vez quiera motivar a su hijo a que tenga un trabajo de medio tiempo. El trabajo puede ayudar a los adolescentes a desarrollar ciertas habilidades sociales incluyendo la resolución de problemas. Algunos ejemplos pueden ser el cómo relacionarse con los jefes, con los compañeros de trabajo y con los clientes.
Asegúrese de que el trabajo no interfiera con la escuela o con la cantidad de sueño que su hijo necesita diariamente. Un patrón de cansancio, irritabilidad o falta de interés puede ser una señal de que el adolescente no está cuidando de sí mismo.
Establezca algunas reglas sobre a qué hora su hijo tiene que estar acostado. El trabajo tiene que estar en un segundo lugar, aunque esto puede depender de cada persona.